Análisis


La alarma roja de la economía mundial

Cuando todos viven bien en una sociedad, entendiendo bien como un nivel de calidad de vida en el que tal vez no sobre pero se cubran las necesidades básicas de una mayoría como estudio, vivienda, salud, alimentación y servicios públicos (Internet, luz, agua, teléfono y TV); todos -aunque exista cierto inconformismo con políticas y políticos - viven sin hacer mayores críticas al gobierno. Es decir, se vive un estatus quo donde la masa tranquila permite el desarrollo político, económico y social de una nación en términos de normalidad.

Pero, cuando eso a lo que se estaba acostumbrado por siglos, se derrumba de un día para otro y de repente no hay vivienda, no hay dinero con qué cubrir las necesidades básicas, no hay empleo y el banco los deja en calle; y peor aún el motivo es la corrupción bancaria; el estatus quo se desbarata y se activa el sentimiento de protesta, dando como resultado protestas como las de los Ocupas de Wall Street, mundialmente conocidos como indignados.

En Colombia, un país acostumbrado desde siempre a la corrupción de sus políticos, gobierno, empresarios y de toda la élite en general; un escándalo económico como el que vivió Estados Unidos a finales del 2011 no habría generado mayor revuelo. En 55 años de guerrillas, estragos y maltratos a la población, solo nos hemos unido 1 vez en protesta pacífica, despolitizada, pero sin resultados de impacto.

Esto, claro, es diferente en una nación donde los ciudadanos están acostumbrados a vivir con excelente calidad de vida en más de la mitad de la población, donde la clase media es mayoría y donde el nivel es imperceptible a gran escala. Estados Unidos ha sido por muchos años el ombligo político y económico del mundo y derrumbarse, tenía que traer consecuencias similares: jóvenes indignados por un nivel de corrupción que nunca creyeron posible y que se han quedado en la calle,, porque los ricos no fueron nunca suficientemente ricos.

Contrario a Europa, un continente con mayor edad, acostumbrado a protestas estudiantiles con todo sentido y razón y a una juventud crítica que siempre ha ido en contra del más mínimo rastro de corrupción y que ha defendido el bajo porcentaje de clases marginales; Estados Unidos gozaba de la tranquilidad de su población. Nunca pensó que la juventud se fuera a levantar en contra del sistema bancario y económico y reclamar con vehemencia lo que los bancos arrebataron a sus familias.

Seguramente, los centros de investigación de las universidades ya venían detectando más irregularidades de las normales en el sistema bancario y financiero, muy seguramente empezaron a experimentar impuesto nuevos y cobros por servicios que en los bancos no existían. Podríamos decir, que Holliwood también lo presintió, la película Dic y Jane es una premonición de lo que le pasaría a muchos, tras décadas de especulación inmobiliaria e hipotecas con bajos interes otorgados a diestra y siniestra.

En mi opinión, el gobierno norteamericano estaba tan acostumbrado a una tranquilidad social, que nunca pensó que los jóvenes fueran tan críticos con el sistema como para protestar como los indignados de Wall Street lo han echo, con un gran eco ene todo el país y alentando las protestas en Europa (Inglaterra especialmente) que se vivieron por la mismas fechas por el impacto del desplome financiero de la potencia Americana además de otros motivos.

A simple vista, la protesta es más dura que los resultados, se ha politizado en torno a las elecciones que vendrían a finales de noviembre de 2012 y hoy en 2013 se han quedado en que Barack Obama intenta recuperar el norte financiero del país. 

Los indignados representan para el mundo una alarma roja para la economía. Son un símbolo que despierta una inquietud frente al nivel de  corrupción que está incursionando en los sistemas de grandes potencias donde lo normal es que el porcentaje fuera bajo. Son la muestra de que la sociedad que aparentemente vivía sin que le importase mucho lo que se hiciera "arriba" desde que abajo se viviera bien, sí tiene un sentido crítico, sí estudia los movimientos del gobierno y si está viva para sentar sus derechos y su posición frente a irregularidades.

Una reacción global, para una potencia mundial. Tal vez el liderato mundial de Estados Unidos no llegue a su fin, parte este echo es que cuentan con una población que facilita su posición en el mundo, que defiende su posición en el mundo y peleará por su posición en el mundo porque tienen claro que una potencia no se construye solo con dinero, sino con orden, conciencia e igualdad social.

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